
Imagen portada: Libro Valparaíso y su borde costero, oportunidad o espejismo. Autores: Echeverri, Undurraga, Donoso, Texidó, Carroza, Ruiz, Elizalde. Ed. Sa Cabana (2016).
“No hay ninguna ciudad que yo conozca igual a Valparaíso, donde su forma urbana sea más adecuada para abrazar el mar que tiene al frente. Ahí en ese borde de costa hay una agenda abierta extraordinaria para pensar que es posible una nueva ciudad viva e intensa”.
Alejandro Echeverri.
El año 2016 escribimos este libro con la colaboración del arquitecto colombiano Alejandro Echeverri, entre otros autores, y la edición de Pedro Donoso. El objetivo era abordar el complejo proceso de planificación del borde costero de Valparaíso y realizar una reflexión crítica, técnico política sobre los alcances de la situación.
A esas alturas, el conflicto entre el proyecto oficial para el borde costero y quienes se oponían estaba desatado. El Terminal 2 (T2) era una apuesta portuaria que se encontraba licitada y en pleno proceso de consulta en el Sistema de Evaluación Ambiental. En su momento más crítico llegó a quedar expuesta a la opinión experta internacional, a través de un informe solicitado por el propio titular, la empresa portuaria EPV. El Informe Isaza, que calificaba el proyecto como “inmitigable”-, convirtió el T2 en una amenaza para la ciudad.
Si bien hoy el paisaje de la bahía sigue intacto y solo se sabe de amenazas a la ciudad como la de su propia decadencia, vale la pena a casi diez años de ser lanzado este libro, revisar no solo sus importantes postulados, sino que chequear algunos avances y hechos que confirman el valor de un texto como este, realizado por arquitectos, pero también por otros profesionales cuya motivación fue y ha sido siempre, abrir la discusión para aportar con ideas sobre la manera de sacar la ciudad adelante.

Comparación de alternativas de expansión portuaria. Libro Valparaíso y su borde costero: oportunidad o espejismo, pag. 103
El 2016 el Mall Barón, el proyecto que de acuerdo a la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV) mitigaría cualquier impacto de un nuevo terminal en la bahía, se encontraba en plena judicialización (en 2018 su Permiso de Obra sería declarado ilegal por la Corte Suprema). La discusión sobre el borde costero escalaba a nivel político, generando el Movimiento Valparaíso Ciudadano, nacido al alero del Pacto Urbano La Matriz, contexto en que el lanzamiento de este libro era uno más de muchos hitos que ocurrían semana a semana, en esta pequeña sociedad de académicos, profesionales, empresarios turísticos y otros porteños entusiastas, que poco a poco se extendía aglomerando una masa crítica como hacía décadas no se veía en Valparaíso.
Lo que el retorno a la democracia no había logrado empujar con ese ímpetu, sí lo había logrado la EPV, al plantear una transformación de la bahía radical y para muchos, absolutamente inconsulta, en el marco de una Declaratoria de Patrimonio de la Humanidad que el mismo Estado solicitaría a la UNESCO y que ésta concedería el 2003, en pleno proceso de desarrollo de los proyectos para el borde costero.

Propuesta Mall Plaza Barón (2009), Fuente: perú-retail.com
El citado movimiento llevaría a Jorge Sharp a ganar las elecciones municipales ese 2016, instalando una administración de dos períodos que tempranamente se desvincularía de estos paradigmas. Una discusión sobre paisaje, patrimonio e identidad que contrariamente a lo esperado, se instrumentalizó sin lograr un efecto práctico fiel a los principios que la promovieron (que son recogidos en este libro), sino más bien, avalaron un proceso iniciado por la propia EPV, que terminó con un replanteo del T2, recogiendo ideas para la expansión portuaria expresadas en el libro, con la aspiración de legitimarse políticamente en el denominado “Acuerdo por Valparaíso” y a su vez, encontrando el alcalde Sharp una oportunidad de revalidar su rol en el proceso.
El Acuerdo por Valparaíso nació de Valparaíso Dialoga, “un proceso impulsado por Puerto Valparaíso para identificar consensos en torno a la vocación portuaria de la ciudad, la ampliación del puerto y el desarrollo del borde costero, de cara a los 500 años de Valparaíso”.
Realizado de manera telemática el 2021, en dos ciclos y con 404 participantes en total, abordó la discusión de ciudad y borde costero con una mirada más amplia, tematizando por sectores las problemáticas del borde costero comunal, desde el límite con Viña del Mar cerca de Caleta Portales, hasta el Faro Punta Ángeles.
De acuerdo al Informe Final del Ciclo 2, se evaluó con los participantes 6 alternativas de crecimiento portuario, donde la discusión sobre las vistas y el impacto en el paisaje se fueron zanjando en un proceso que, si bien se entiende no es vinculante, es un cambio ejemplar en la gestión de Puerto Valparaíso para manejar la relación con su entorno.
Lo más interesante del Valparaíso Dialoga, son los argumentos a favor o en contra de quienes participaron en los ciclos, recogidos en el documento, respecto de cada alternativa presentada por la EPV:

Alternativa 1: “Terminal 2 con RCA + San Mateo”, Valparaíso Dialoga, 2022. Fuente: EPV

Alternativa 2: “Espigón + 1 sitio + San Mateo”, Valparaíso Dialoga, 2022. Fuente: EPV

Alternativa 3: “Ampliación Espigón + San Mateo”, Valparaíso Dialoga, 2022. Fuente: EPV

Alternativa 4: “Terminal Espigón + San Mateo”, Valparaíso Dialoga, 2022. Fuente: EPV

Alternativa 5: “Terminal Espigón + Sitio 3”, Valparaíso Dialoga, 2022. Fuente: EPV

Alternativa 6: “Frente Lineal Continuo + San Mateo”, Valparaíso Dialoga, 2022. Fuente: EPV
De las seis alternativas evaluadas, todas salvo la 5ta consideraron San Mateo como un espacio de expansión para el acopio de contenedores, al ser “menos invasivo” que el propuesto en la situación base (T2). La alternativa 6 originalmente plantea la expansión en San Mateo, al haber sido diseñada el 2012, lo que sería adoptado en las otras 4. Con esto se infiere que la extensión a San Mateo se reconoció como una posibilidad previamente socializada, por ejemplo, a través de nuestro libro “Valparaíso y su borde costero. Oportunidad o espejismo”.
Y aquí, lo digno de rescatar:
La situación base (T2) se describe en el libro en la página 103 – como se ha mostrado más arriba -, como “Alternativa Frente Dividido”, junto a su contra factual, la “Alternativa Frente Continuo”, que incorpora San Mateo y un frente de atraque de 1.200m para tres súper post pánamax, abriendo el borde costero para la ciudad conectándolo con el Barrio Puerto *.
Y es la alternativa considerada por EPV, denominándola “Frente Lineal Continuo”, la n°6, que destaca por su principal atributo para la ciudad que es el ordenamiento definitivo de la función peatón – camión, corrigiendo el nudo histórico funcional que en todas las demás sigue no resuelto, zanjando el conflicto ciudad puerto al darle una nueva funcionalidad urbana a gran parte del frente marítimo de la bahía, incluyendo zonas de abrigo que acogen actividades marítimas directamente vinculables a la ciudad como la pesca deportiva y/o artesanal, actividades náuticas y espacios públicos recreativos.

Modelo virtual Zona Muelle Prat, propuesta Frente Lineal Continuo. Fuente: AST consultores (2012).
Lo anterior permite regenerar la zona baja de la ciudad, en todo el plan de la ciudad, lo que abre la posibilidad de la captura de plusvalías por parte del municipio. Esta es la razón por la cual la mejor opción de expansión portuaria es la que permitiría mejorar los Indicadores de Calidad de Vida Urbana (ICVU) y accesibilidad urbana, en este caso a bienes públicos de categoría como parques, borde costero, comercio, espacio público y vialidad asociada al nuevo perfil urbano marítimo.
Dentro de los argumentos a favor expresados y recogidos en el informe de la EPV, respecto de la alternativa 6, queremos relevar tanto los “aspectos sociales y urbanos” como los “aspectos operacionales”, considerando la competitividad urbana y portuaria, en relación a los efectos en valor de suelo y oportunidades de inversión pública y privada, para la recuperación del plan de la ciudad, pero también de movimiento de carga y capacidad logística para el puerto:


Argumentos de apruebo o rechazo Alternativa “Frente Lineal Continuo”. Fuente: EPV
La alternativa Frente Lineal Continuo presenta un “impacto en ventana oceánica y el paisaje”. El elemento “ventana oceánica” lo constituye la edificación que desde la década de 1930 se erige entre la Plaza Sotomayor y el Muelle Prat, con dos torres de pequeña escala, correspondientes al edificio de la actual Capitanía de Puerto. Ambas torres están separadas por el único paso que permite el acceso desde el plan hasta el borde costero actualmente, el cual interfiere el paso de camiones desde el Espigón Prat hacia el acceso al puerto Túnel La Pólvora.

Interferencia camiones entre el Espigón y el acceso Túnel La Pólvora y el acceso peatonal al muelle Prat. Fotografía: Gonzalo Undurraga.
Esta nueva relación espacial con el mar que se establece desde 1930 al termino del proyecto de modernización portuaria que incluía el propio molo de abrigo y el Espigón Prat, se le nombra a fines de siglo como “ventana oceánica”. Esto expresa con claridad la pérdida para la ciudad, que de coexistir con el océano, pasa a tener una “ventana”, en términos de accesibilidad limitada, al enorme activo de la ciudad que es el mar.
El borde artificial construido mediante las sucesivas obras de relleno realizadas a partir de mediados del siglo XIX para ganarle terreno al mar y constituir la actividad portuaria y urbana, fue la gran plataforma – hoy patrimonial -, híbrida y poli funcional que le diera vida a Valparaíso. Este elemento, que le diera vida al malecón urbano, quedaría relegado a la ventana oceánica desde hace ya casi un siglo, lo que se consolidó con la mecanización y los estándares universales de seguridad y restricción en zonas aduaneras que adoptara el puerto.
El proceso Valparaíso Dialoga terminó con la celebración del “Acuerdo por Valparaíso”, donde asistieron el Presidente Gabriel Boric, el Gobernador Regional Rodrigo Mundaca y el alcalde Jorge Sharp. Tras unas semanas de firmado el acuerdo, la EPV entregó los resultados: de la evaluación de alternativas, surgió una séptima, que recogería evidentemente lo mejor y descartaría lo peor de las 6 evaluadas.
Además, la EPV lanzó una convocatoria para elaborar una cartera de proyectos revitalizadores del borde costero, excluyendo el sector contiguo al proyecto T2, cuya RCA sigue vigente, el que aparece con una importante modificación, extraída de la alternativa “Espigón + 1 sitio + San Mateo”. También considera la extensión del Terminal 1 en 120m, tal como aparece en la alternativa “Terminal Espigón + Sitio 3”.

Imagen objetivo Borde Costero de Valparaíso. Fuente: EPV, 2025.
Desde el punto de vista portuario, el ejercicio logró proyecciones clave para la continuidad de la actividad: validar San Mateo y la extensión del Terminal 1 en 120m, además de justificar ex-ante, desde la lógica del diálogo ciudadano participativo la discusión sobre la mono operación (actualmente en discusión en el Tribunal de Libre Competencia). Los resultados del Valparaíso Dialoga sin duda justifican las razones de repliegue a la mitad de capacidad del Terminal 2, cuyo espacio “liberado” se contempla sea utilizado como espacio público con una nueva costanera.
Surge no obstante la inquietud ¿desde el punto de vista de la ciudad, bajo qué parámetros se sostiene una séptima alternativa?¿Qué variables ocupó el municipio, supongamos el equipo de Asesoría Urbana, para incidir en la toma de decisiones, entre la opción base (T2) y las 6 alternativas que resultaron del proceso?
A continuación, se presenta un ejercicio en el que se plantea que por cada metro de borde costero para el uso urbano, se recupera eventualmente un tramo significativo del eje transversal que recorre el plan para acceder a ese punto de contacto con el mar. Esto permite reconocer en las alternativas que se evalúen, los potenciales impactos positivos en zonas del plan de la ciudad, de manera que se pueda establecer una estrategia de recuperación mediante un plan que priorice recursos públicos o privados según corresponda, para integrar el plan de recuperación urbana que debiera llevar adelante el municipio, al modelo de desarrollo del borde costero que impulse la EPV.
Esto debiera permitir a la administración local establecer condicionantes para la toma de decisión por parte de la EPV, de manera que no solo se vele por la mejor relación funcional entre el puerto y la ciudad, desde el punto de vista del puerto. Un modelo “win – win” con datos, que establezca criterios de análisis y decisión, para evitar argumentos discrecionales u otros elementos endosables a la revisión de proyectos en el SEA, integrando más bien un modelo de planificación urbano portuaria que proteja todos los intereses involucrados.
Por ejemplo: la zona UNESCO y el sector denominado Barrio Puerto, uno de los más castigados del Plan de la ciudad: ¿cuanto depende el éxito de un plan de recuperación de esa zona, en relación a la extensión y contigüedad de un Plan de Recuperación del Borde Costero?

Detalle situación con proyecto y relación con Zona UNESCO, Acuerdo por Valparaíso. Fuente: EPV.
A casi diez años del lanzamiento del libro, la inquietud sobre si hay una oportunidad o es solo un espejismo sigue vigente. Pero incluso hoy la oportunidad se ve más cercana al espejismo. Pues no existe un estudio sobre economía urbana que pueda predecir cuanto gana la ciudad (UF x m2, oportunidad de nuevos negocios, revitalización de espacios públicos, oferta habitacional, atracción de población, etc), con las alternativas comentadas.
El T2 sigue en proceso de ratificación de su RCA y es muy probable que, con todo, la EPV haya hecho lo necesario para licitar el 2030 de manera conjunta la operación de los Terminales 1 y 2, bajo un modelo mono operador, pero aún operando un “Frente Dividido”.
Sin embargo, subyace en la propuesta de EPV, una figura que permitiría reflotar la idea del Frente Lineal Continuo: un borde costero donde la prioridad está en el rescate urbano, alcanzando la zona UNESCO, destrabando definitivamente el conflicto de acceso de camiones, liberando el Espigón para actividades náuticas blandas – sin interferir con los grandes buques – manteniendo las condiciones originales del muelle Prat y considerando la alteración de la poza que exige la extensión del Terminal 1. De no lograr una ratificación definitiva de la RCA, el proyecto del T2 podría no concretarse, lo que a su vez facilitaría la tramitación ambiental de la Extension del T1 y San Mateo.
Una oportunidad que debe analizarse, por ejemplo, a la luz de los indicadores ICVU, o en base a modelos predictivos de valor de suelo u otras herramientas, que permitan evaluar cuanto gana la ciudad. Así como el puerto optimiza cada m2 de patio para una operación eficiente que aumente su productividad, la ciudad debe realizar lo mismo. La evidente disputa por el espacio del borde costero, ha llegado por fin al área chica: El Barrio Puerto y la Poza Histórica.

Detalle situación con proyecto y relación con Zona UNESCO, Acuerdo por Valparaíso, sin el Terminal 2 y con frente marítimo urbano extendido. Fuente: Elaboración propia, a partir de proyecto EPV.
Las opciones visualizadas hace 10 o 15 años, incluyendo el mismo T2 original, eran todas una quimera. Hoy el Valparaíso Dialoga permitió avanzar hacia una propuesta viable, socializando una opción que mantiene intacta la posibilidad de mejorar las condiciones urbanas del espacio más valioso de la ciudad que es el Plan, incluyendo el Barrio Puerto.
El puerto de Valparaíso extendiendo el Terminal 1 y construyendo San Mateo alcanzaría (según los cálculos del Frente Lineal Continuo) la capacidad de transferencia necesaria para competir con el más eficiente de los terminales de San Antonio. Quedaría como argumento salvar la carga fraccionada, lo que abriría un legítimo debate entre la autoridad portuaria y la autoridad comunal. ¿Cuanto deja de ganar la ciudad si se prioriza continuar realizando faenas de transferencia de carga fraccionada frente al espacio urbano más castigado que es el Barrio Puerto y el Barrio Financiero? Liberando el espacio entre el muelle Prat y el futuro Parque Barón, la ciudad de Valparaíso puede plantar cara a su destino de decadencia y abandono, generando un plan de recuperación a la altura de su pasado. Sin embargo, sin estudios y datos duros, vuelve a rondar el espejismo, por lo que la responsabilidad de la autoridad comunal es analizar técnicamente las opciones.
Reconozcamos, sin temor a equivocarnos, que tras diez años, las opciones que quedan en la mesa son: una buena y otra mejor. ¿Oportunidad o espejismo?
- El proyecto Frente Lineal Continuo (AST consultores, Texidó y Undurraga arquitectos, 2012) es una propuesta encargada por el operador del Terminal 1 TPS entregada a la EPV a principios del año 2013, previo a la adjudicación del T2.
Si desea adquirir el libro, disponible aquí. Si desea una copia en PDF, puede solicitarlo a la casilla gundurraga@agenciaciudad.com